
A veces entrar en un proceso de selección es casi peor que haberse quedado fuera. Es como ponerse a jugar a la ruleta rusa, porque no sabes si vas a salir más cabreado, frustrado, hundido o humillado de lo que empezaste.
Y aún así, seguimos teniendo que ponernos a disposición del Gran Amo Seleccionador Blanco, que es “nuestro dueño” durante ese proceso, ya que nuestro futuro – nuestra vida, la depositamos en sus manos.
Aclaro por si acaso que lo digo con toda la IRONÍA, porque no es aceptable que sea así.
link: https://zumodeempleo.com/la-tortura-del-proceso-de-seleccion/